Desde la Plataforma por la Integración Ferroviaria de Valladolid, denunciamos con indignación el reciente bloqueo impuesto por el Ayuntamiento de Valladolid y la Junta de Castilla y León a la ejecución de los necesarios pasos de Ariza. Esta decisión, formalizada ayer mismo en el Consejo de Administración de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, no solo frena el progreso de nuestra ciudad, sino que condena directamente la vital integración de Arco Ladrillo.
Resulta inaceptable la excusa esgrimida. Inicialmente, se nos dijo que la construcción de los tres pasos de Ariza (Hípica - Adolfo Suárez, Avda. Irún - Cl. Guadalajara, Pza. del Crepúsculo - Cmo. de la Esperanza) dependía del desmantelamiento de la vía de Ariza. Ahora que los trenes de mercancías de Renault ya circulan por el bypass de la variante, el Ayuntamiento improvisa un nuevo pretexto: un supuesto e infundado “caos circulatorio”.
Esta afirmación es una falacia que insulta la inteligencia de los vallisoletanos. Lejos de provocar un caos, el paso de la calle Hípica con Adolfo Suárez es crucial para descongestionar el ya colapsado viaducto de Daniel del Olmo, lo que se traduciría en mejoras sustanciales para el transporte público y la movilidad interurbana. Además, no podemos olvidar el lamentable estado estructural del viaducto de Arco Ladrillo. La conexión de Hípica con Adolfo Suárez aliviaría significativamente el tráfico que actualmente soporta dicho viaducto, permitiendo acometer con urgencia su necesaria reestructuración y la construcción del paso inferior contemplado en el convenio. Esta actuación es fundamental para acelerar la eliminación del actual viaducto, antes de que su deterioro exija inversiones aún mayores en mantenimiento o, peor aún, tengamos que lamentar consecuencias irreparables.
Por lo tanto, el argumento del “caos circulatorio” es una cortina de humo, una excusa sin fundamento técnico que solo busca encubrir un bloqueo deliberado a la integración ferroviaria que Valladolid necesita y merece. Adicionalmente, la apertura del paso de la Plaza del Crepúsculo con el Camino de la Esperanza permitiría, por fin, eliminar la anacrónica e incómoda pasarela peatonal actual, creando un espacio permeable y accesible, similar al exitoso paso de Rafael Cano.
Exigimos a todas las Administraciones implicadas un compromiso real, tangible e inmediato con la construcción de los pasos de Ariza. Continuar dilatando estas actuaciones con pretextos y evasivas no reporta ningún beneficio a nuestra ciudad, solo frustración y retraso. Valladolid no puede seguir esperando.
¡Exigimos una integración que mejore los barrios ya!